jueves, 25 de junio de 2009

Dilemas (o experimentos)

La cuestión es: ¿Adónde nos dirigimos? O tal vez: ¿qué estamos haciendo? Escribimos textos encadenados sin una lógica previa que desembocan en la necesidad de plantear unas reglas de juego. ¿O no?

Primer dilema. Nuestro punto de partida fue bautizar este experimento como un "Ensayo Literario Experimental Asistemático", pero pronto decidimos eliminar dicho concepto plasmado en el subtítulo del blog. ¿Hemos de volver a incluirlo?

Segundo dilema. ¿Se habrá planteado los mismos interrogantes todo aquel lector accidental que haya aterrizado en este espacio? ¿Hemos de marcar un nuevo punto de partida y construir un relato literario con un principio definido y un final incierto? ¿Hemos de contar una historia, definir personajes, edificar una trama..? ¿Todo esto es un segundo dilema o son varios dilemas enmarcados dentro de una gran dilema? ¿Qué hacemos?

Por último... ¿Cómo he de etiquetar este post? Por una parte, está concebido como parte de un "Ensayo Literario Experimental Asistemático". Por otra, se trata de un experimento de "Laboratorio". Decisión salomónica: lo etiqueto de ambas maneras. ¿Y ahora qué?

martes, 23 de junio de 2009

EPISTOLARIO

"En el discurso digital el propio sistema retórico se transforma al desarrollar componentes y nociones, a partir del consolidado en la Rhetorica recepta, que son necesarios para el tratamiento de un tipo de discurso que es nuevo para la retórica [...] La retórica de la comunicación digital tienen las partes artis u operaciones retóricas de intellectio, inventio, dispositio, elocutio, memoria y actio o pronuntiatio, un potente y exhaustivo instrumental para el estudio y para la praxis de la comunicación digital, tanto en la producción como en la recepción; pero también son desarrolladas nuevas nociones necesarias para explicar el discurso digital, como la de la multimedialidad retórica y la de la hipertextualidad retórica"
(Albaladejo Mayordomo, citado por María del Carmen Ruiz de la Cierva en http://www.ensayistas.org/critica/retorica/ruiz/generos.htm )

Aquí comienza esto (II)

A veces todo empieza así, de repente, sobre todo cuando se trata de poner en marcha un "Ensayo Literario Experimental Asistemático". No sabes por qué ni para qué, pero todo se pone en marcha. Y empiezas a escribir.

Antes de eso, un día cualquiera, te reencuentras con un compañero de trabajo que habías conocido tiempo atrás y empiezas a charlar. Una cerveza, un cigarrillo... Tal vez dos. Y descubres que es alguien con quien compartes ciertas inquietudes. Leer, escribir, discutir sobre cualquier cosa. Y surge la chispa. Y así comienza todo, como una especie de juego en el que no hay reglas, ni exigencias, ni premuras, ni pretensiones. Un proyecto que no es un proyecto, un trabajo de investigación que no cuenta con una metodología de trabajo predeterminada, una aventura con principio pero sin final. Lo hemos querido llamar "Ensayo Literario Experimental Asistemático". Únicamente algo es seguro: aquí comienza esto.

lunes, 22 de junio de 2009

El día más largo del año

Eran cerca de las nueve y media de la noche.

El sol, grande y rojo en la distancia, se resistía a entrar en el mar y esconderse en él hasta que al amanecer volviera a asomar por el extremo opuesto.

Todavía hacía calor, mucho calor. No había dejado de soplar el levante desde hacía unos cuantos días.

Yo acababa de salir del agua. Generalmente a esa hora el mar ya está frío, y, al salir, la brisa te hiela el cuerpo y necesitas ponerte una camiseta.

Pero el sábado estaban ardiendo el mar y la tierra y el aire y todo.

Me senté en la arena sin ni siquiera secarme. Había cerca de treinta cañas de pescar preparadas en hilera en la orilla, separadas unos cinco metros entre una y otra.

De pronto, al final, el sol rozó el agua allá en el horizonte. En silencio, todo pareció empezar a hervir. El viento cambió en ese instante a poniente y el tiempo se detuvo de repente, se quedó colgando como una nota aguda en la memoria.

Primero una caña, después otra, y otra... los peces parecían buscar la forma de saltar fuera del agua, los pescadores no salían de su asombro, nunca habían visto nada igual. Bandadas de aves levantaron el vuelo, la arena se erizó y sentí un vértigo ahogado entre el estómago y el pecho.

Me di cuenta de que algo se había movido en el engranaje del planeta, con un ruido sordo y áspero y dulce a la vez.

Días después me contaron que ese sábado había sido el solsticio de verano.

viernes, 19 de junio de 2009

Aquí comienza esto

-Ahí va eso...
El balón está en tu tejado. Si te mola la propuesta, me avisas. Pero que sea antes de que mi niña haga la primera comunión (si es que la hace, claro).

-Ok.
Eso es así. Nada de miserias. Pistoletazo de salida. Sólo una reunión preparatoria y... a jugar!

-Bueno, avísame cuando montes tu blog, haz el rodaje y luego vemos lo nuestro... Ciao.

-No, no es esa la idea. El experimento, del tirón.